Mucha gente habla durante el embarazo de las alegrías que éste da, de cuál es la dieta adecuada a seguir, de consejos para ejercicios, de qué libros para leer,… pero pocos y rara vez hablan de la tensión a la que que una mujer puede llegar a enfrentarse durante el embarazo. De una forma u otra si te sientes abrumada, no te preocupes, no estás sola.
Muchas mujeres se estresan durante el embarazo al tener que sobrellevar la conciliación de la vida familiar o laboral, el miedo del dolor del parto, tensión del embarazo,... y todo esto puede terminar pasando factura. Lo que si que es cierto es que el estrés durante el embarazo no es bueno ni para la madre o el bebé.
¿Cómo afecta el estrés embarazo y el parto?
Se sabe que demasiado estrés tiene un efecto negativo sobre el peso al nacer del bebé conllevando que éste pueda nacer con un peso inferior al deseado. Además también podría ser la causa de un parto prematuro.
Pero no solo puede verse afectado el bebé y de hecho, el estrés durante el embarazo también se relaciona con los hábitos alimenticios y la falta de autocuidado, que podría ser perjudicial para la madre también.
¿Cómo controlar el estrés durante el embarazo?
La forma mejor y más fácil de manejar el estrés durante el embarazo es meditar. Elige un lugar tranquilo y tratar de pasar al menos 10 minutos de su tiempo al día en completa tranquilidad y meditando. Hacerlo a diario de forma comprometida es importante para poder controlar su estrés antes de que éste se convierta en una gran bola de nieve difícil de controlar.
De hecho, hay estudios que sugieren que las mujeres embarazadas que participan en terapias de cuerpo y mente como el yoga y la meditación junto con un adecuado cuidado prenatal proporciona bebés con mayor peso al nacer, el parto tiene una duración más corta con menos intervención médica durante éste y que se recuperan antes del estrés post-parto.
Otro estudio demostró además que las prácticas de atención plena durante el embarazo ayudaron a aliviar el estrés y la ansiedad inducida por el embarazo cuando se aprende las técnicas entre las 10 a 25 semanas de gestación, lo que significa que puedes optar por meditar incluso si se está acercando al final de su 2º trimestre y controlar el estrés y ayudar a tu bebé a crecer en un ambiente positivo en su vientre.
Cosas para recordar durante la meditación
- Es interesante realizar los trabajos de relajación sentada o tumbada.
- Seguir respirando normalmente y a través del abdomen, mientras estás meditando
- Trata de no distraerte mientras intentas concentrarte.
- Permite que los pensamientos positivos entren en tu mente aunque, al principio, tengas que hacer un esfuerzo consciente para recordarlos.
- Haz de esto un hábito diario durante su embarazo para cosechar sus diversos beneficios para ti y tu bebé.
