Los cambios corporales que se generan durante en el embarazo y la nueva compensación de cargas que tienen que soportar tus huesos hace importante tomar una serie de recomendaciones a la hora de moverte en tu día a día. De hay que hayamos preparado esta pequeña guía que te ayudará a tener en consideración el «pilar» de tu cuerpo: la espalda.
No te agaches…
…cuando necesites hacer algo a nivel del piso, siéntate o arrodíllate. Evita doblarte, sobre todo cuando es para recoger algo pesado o cuando debes mantener esa posición un rato.
Para recoger algo del suelo, dobla tus rodillas, manteniendo siempre la espalda recta. Recógelo y acércalo a tu cuerpo. De esta manera utilizarás los músculos de las piernas para levantar el objeto del suelo y no los músculos de la espalda. No levantes objetos demasiado pesados y si has de hacerlo, pide ayuda.
Nunca mantengas la respiración mientras realizas un esfuerzo de este tipo.
Al levantarte…
…cuando has estado un tiempo acostada, levántate poco a poco, sin prisa. Primero, ponte de lado, luego utiliza las manos para levantarte hasta la posición sentada si estás en una cama o a la posición de rodillas si estás en el suelo. Entonces, manteniendo la espalda recta, usa los músculos de las piernas para alzarte.
Cuando te sientes…
…hazlo con un pequeño cojín o una toalla enrollada en el espacio libre que queda entre la espalda y el respaldo.
Levántate…
…con la columna recta sintiendo como tu abdomen y tus nalgas se endurecen.
Relaja…
…diariamente el peso de tu espalda. Para ello elige un asiento que soporte cabeza, espalda y piernas.
Puede ser también en la cama acomodada con almohadas.
Evita descansar…
…de espaldas pasados los 4 meses. Esto puede causar disminución de la circulación sanguínea que llega al útero.
Una alternativa es descansar de lado con una almohada bajo el abdomen y otra bajo la rodilla superior, doblada.