Durante el embarazo entre el 60% y 80% de las mujeres sufre alteraciones del sueño, esto debido a muchas razones, aunque no generan ningún peligro para él bebe, si ocasiona que la madre se sienta fatigada y cansada, situación bastante agotadora pues normalmente las gestantes se encuentran trabajando, ese trastorno se presenta de la siguiente manera:
Insomnio: Ocurre en el primer trimestre, debido a que los niveles de progesterona se elevan, ocasionando cambios de temperatura, náuseas, vómitos, mareos, entre otros problemas hormonales que ocasionan la pérdida del sueño, por otro lado, a partir del tercer trimestre también se presenta mucho insomnio debido a las siguientes razones:
- Incomodidad para conseguir una posición adecuada, debido al aumento de su pancita.
- Aumento de movimientos del bebe, pues ya se encuentra más desarrollado, haciéndose sentir más frecuente y fuerte sobre todo en las noches, cuando la mamá se encuentra en una posición más relajada.
- Frecuencia para orinar, habitualmente estos últimos meses la gestante incrementa sus deseos de orinar.
- Calambres, que normalmente aumentan en este periodo y se presentan mayormente al estar acostada.
- Somnolencia: En el primer y tercer trimestre debido al insomnio que se presenta y los cambios hormonales y físicos, es normal que la futura mamá tenga sueño durante el día, manteniéndose fatigada y cansada.
Durante el 2º trimestre el cuerpo ya ha superado muchos cambios lo que hace que se adapta a su estado, por lo tanto durante este mes, no es común que se presente ningún trastorno del sueño.
Recomendaciones para superar esas etapas de la mejor manera
- Tenga una alimentación balanceada.
- Manténgase hidratada, durante el embarazo debe beber más líquido de lo normal, preferiblemente agua y jugos, aunque durante la noche debe minimizar la cantidad para evitar ir repetidas veces al baño.
- Cene temprano, así ayudara a que la digestión sucede lo más rápido posible y no sienta pesadez durante la noche.
- Evite el consumo de café después de las 4 de la tarde.
- Haga ejercicios, preferiblemente que no requieran ningún esfuerzo que pueda dañar a la madre o al bebe.
- Aproveche a descansar el mayor tiempo posible.